07 Aug 2019 | Artículos
Conócete a ti mismo
Debido a la inexorable revolución tecnológica, a los algoritmos, a la inteligencia artificial, las máquinas y los robots serán más rápidos y precisos que los seres humanos. Aunque resulte asustador, tenemos que admitir que la mayor parte de los trabajos manuales y repetitivos serán sustituidos por máquinas superinteligentes. Ante esta realidad, el énfasis que actualmente se da a las competencias técnicas debería ceder espacio y privilegiar la inteligencia general, que se basa en el paradigma de la complejidad.
Un estudio realizado en Harvard destaca que nuestro desempeño en la vida implica usar tan solo el 25 % del área técnica, ya que el 75 % restante de las competencias generales relacionadas con las habilidades emocionales y sociales.
De esta manera, hay una fuerte indicación con respecto a que debemos preparar a nuestros hijos para enfrentarse a los cambios estimulándolos a aprender cosas nuevas. El equilibrio mental será la posible fortaleza para enfrentar estas nuevas realidades.
El avance tecnológico no puede robarnos nuestros espacios de decisión. No podemos abdicar del poder de decisión. Estamos siendo convocados a escuchar la voz que viene de adentro y saber elegir a partir de nuestras propias convicciones. El desafío es filtrar, purificar y no sucumbir a las apelaciones de la publicidad. Debemos aprender a escuchar a nuestro corazón, pues de lo contrario quedaremos a merced de los intereses subalternos de toda la naturaleza y a los especialistas en marketing.
Como bien afirma Yuval Harari, “nunca fue tan imprescindible tomar en serio el consejo más antiguo del mundo occidental: “conócete a ti mismo… y aléjate del pesado fardo de las ilusiones”. Esta es una tarea para la inteligencia general.